lunes, 14 de abril de 2008

Y ya han pasado diez años

Parece que fue ayer cuando nos graduamos y nos dieron nuestras orlas en la Seu, cuando fuimos a Sevilla para celebrarlo, cuando cantábamos nuestro particular "O voso galo" por todas partes (y qué tostón dábamos), cuando fuimos con los pelos crespados disfrazadas de vampiras en el tan querido 127 azul celeste, cuando la Miñambres, en sus clases, se dirigía a nosotros "con tanto cariño", cuando nos reíamos por todo sin casi obligaciones ni responsabilidades, cuando teníamos que tomar dos o tres tazas de café porque sino no había manera de aguantar las noches de estudio compartidas, cuando montamos nuestros "Sant Jordis" musicales o nuestras coreografías con nota (qué empeño le poníamos), cuando conocimos nuestros primeros amores (algunos ya más que caducos), cuando tuvimos que ir al cementerio para grabar imágenes en una de las primeras experiencias con las nuevas tecnologías (anda que no corrimos pensando que nos encerraban ahí dentro), cuando nos pegábamos nuestros bailoteos en noches de desenfreno, cuando teníamos que oír "Muy buena pregunta. Lo piensas y mañana te la respondo." (qué divina maestra...), cuando nos teníamos que tapar la cara con las partituras para esconder nuestros ataques de risa, cuando decidimos que hacia la primavera, pasara lo que pasara, tendríamos nuestro esperado encuentro anual, cuando deleitamos (o eso pretendimos) con nuestras voces a, ni más ni menos, nuestras majestades los Reyes (aunque nosotras sólo viésemos de ellos sus coronillas, pero, sin olvidar, que ellos tuvieron el detalle de girarse y sonreirnos), cuando "hacíamos pilas" de buena mañana porque sí, cuando creíamos que ese estado constante de júbilo iba a ser eterno, ... y, con el mismo aprecio de entonces, ya han pasado diez años.

5 comentarios:

musiquilladepacotilla dijo...

Ostras, qué recuerdos!!!
Es un síntoma grave de vejez empezar a contar los acontecimientos de tu vida por décadas. Aunque nosotras, com el buen vino, mejoramos con la edad.Descaré!
Cuando recuerdo aquellos años de facultad me invade un sentimiento agridulce (lo de agrio lo digo por ese defecto o grandeza, según se mire, que tiene la vida de que cuando pasa ya no vuelve).
Pero si tuviera que resumir en una frase esos tiempos en los que nos poníamos el mundo por montera diría: QUÉ BIEN NOS LO PASAMOS, COÑO!

Anónimo dijo...

Lo importante de todo esto es que lo has vivido y estas aqui para contarlo...
Gracias a lo vivido ayer eres la persona de hoy... sigue asi mañana tb.
Mille baci.

bornne dijo...

Pues sí, sí, Musiquilladepacotilla, los años no frenan pero los recuerdos quedan y, sobretodo, cuando son buenos.
Y es verdad, Maripolsilla, que lo más importante es vivirlos y contarlos. Además, visto lo visto, esto va que vuela, así que no hay que andarse con chorradetas (a mí que digan lo que quieran, pero yo creo que la Tierra cada vez gira más rápido, porque sino no me lo explico. ¡Que paren el mundo, que yo me bajo!).

Un abrazo en el espacio y..... en el tiempo.

Anónimo dijo...

Aunque a veces cuesta poder montar estas reuniones, creo que merece la pena. El domingo (aunque un poco diferente con tanto niño), fué un día especial, todas tenemos algo que contar y siempre acabamos recordando tiempos pasados, por cierto ¡Que buenos!, yo nunca los hubiera resumido tan bien como tú.
Un abrazo y que esto continue así.

bornne dijo...

Vaya, vaya, parece que esto se va animando y ya veo que nos vamos atreviendo a comentar. ¡Qué bien!
Muchas gracias por tu contribución a una entrada con muchísimo en común.
Un abrazo muy gordo.