miércoles, 30 de abril de 2008

Un lunes cualquiera

El lunes por la tarde (un lunes como otro cualquiera) me dispuse a coger mi coche que lo tenía aparcado en una rambla cerca de mi casa. Mientras iba hacia él, de lejos, vi un montón de contenedores de esos de reciclaje que nunca antes habían estado allí. Me extrañó, pues estaban colocados en la zona peatonal y no entendí el propósito. La curiosidad hizo que me acercara y pude observar que todos estaban llamativamente decorados al detalle , cada uno de una manera distinta y singular.




Estaban colocados a distancia, a propósito y formando, talmente, una original exposición urbana.



Me decidí a echar unas cuantas fotos y, de paso, preguntar a una pareja (que también estaba fotografiando) por los autores de esas peculiares obras, pero ellos tampoco tenían idea de a quién o a quiénes pertenecían.




Para saber algo del tema, miré en internet, pero no encontré nada al respecto, así que se me ocurrió preguntar en el centro cívico del barrio y ellos sí me informaron de qué se trataba. Resulta que es una de las actuaciones que forman parte de la Exposición "Extra-barri. Intervencions d'art a Pardinyes", un nuevo proyecto artístico que se expande por calles y diferentes espacios con instalaciones y otras propuestas de jóvenes creadores de Cataluña.




Mediante planos, instalaciones en la calle, intervenciones en fachadas y escaparates, me comentaron que esta exposición quiere mostrar otros puntos de vista sobre las realidades que forman parte del día a día del barrio como el imaginario doméstico y el urbano, la interculturalidad y las relaciones con los otros.

Me parece una idea estupenda que se acerque el arte emergente a la ciudadanía y que nuestras calles y puntos comunes de la zona se conviertan, por unos días (entre el 25 de abril y el 11 de mayo), en una singular sala de exposiciones.

Así que, desde aquí, felicito a las entidades organizadoras, a los jóvenes creadores invitados, a los vecinos, asociaciones, comerciantes y a todos aquellos que, de alguna manera u otra hayan colaborado, y les animo a continuar con iniciativas de este tipo que tienen el objetivo de propiciar el diálogo entre el arte y la vida cotidiana (yo, como transeúnte, estaré encantada de encontrarme con ellas un lunes cualquiera).

¡Chapó!

lunes, 28 de abril de 2008

Canción popular

(Las niñas son de "El corro de la patata" por Henry Potthast, el agua, real)

El párking de mi casa
es particular:
cuando llueve se inunda
más de lo habitual.

Aguántate
y vuélvete a aguantar
que, aquí, el constructor
no quiere saber "ná".

Hache, i, jota, ka,
ele, eme, ene, a,
que si él no lo arregla
algún juez le obligará.

Constructor, listillo,
corre, corre que te pillo.
¡Alucinad, alucinad
qué majos somos "pa" cobrar!

miércoles, 23 de abril de 2008

Amor propio


Hace un rato he estado hablando con una amiga. Últimamente, nos llamamos más frecuentemente y es que las dos nos encontramos en un momento de la vida similar y andamos por caminos paralelos. No es de extrañar, pues, que las dos nos hagamos "nuestra particular terapia" y compartamos nuestras vicisitudes.

El caso es que hoy es Sant Jordi, una de las fechas más bonitas que se celebran en Cataluña. Es un día muy tradicional en el que los amantes se regalan, como muestra de su querer, una rosa y un libro. Pero claro, ¿qué pasa cuando no tienes amante?. Pues, ni más ni menos, eso es lo que, hoy, hemos experimentado las dos, por primera vez en muchos años.


Hemos coincidido en que, aunque el encanto del romanticismo no sea el mismo (evidentemente), el día ha transcurrido igual de especial que cualquier otro año. Las dos hemos salido a la calle, cada una en su ciudad, a disfrutar de las numerosas paradas llenas de libros y llenas de rosas y nos hemos empapado de la alegría que se respira. Los balcones se visten de gala con sus señeras, la gente sale en multitud a pasear, a elegir sus flores y sus obras, a disfrutar de conciertos, certámenes y eventos especiales que se celebran en honor a nuestro patrón.


Las dos, previo a la "diada", nos habíamos propuesto autorregalarnos un libro, más que nada por amor propio. Pero yo, personalmente, no he encontrado ninguno por cuál decidirme, aunque le he echado el ojo a "La suerte de mi destino" donde el piloto leridano Isidre Esteve narra su vida después de un grave accidente de moto (vaya fuerza y ánimo gasta el tío). Pero no, ni mi amiga (que finalmente tampoco ha encontrado uno que "le hiciera el peso") ni yo, hemos cumplido los planes. En cambio, y eso si que no estaba previsto, hemos recibido nuestra inesperada rosa (todo un detalle de unas amigas, en su caso, y un familiar, en el mío). Así que, teniendo en cuenta el trasfondo del acontecimiento, ¡no nos podemos quejar de lo bien que nos ha ido!

(Por cierto, en Montblanc este fin de semana, lo celebran por todo lo alto. Yo, si puedo, me acercaré porque nunca he estado y la verdad es que dicen que merece la pena)

martes, 22 de abril de 2008

Juego simbólico

Este corto me lo acaba de enviar una amiga. Me he quedado muda. Las imágenes hablan por sí solas, tristemente.




domingo, 20 de abril de 2008

Ay, que se nos lengua la traba

Lapsus:
(Del latín lapsus, resbalón).
Falta o equivocación cometida por descuido.

El sábado, en una cena en casa de unos muy buenos amigos, una de nuestras conversaciones giró entorno a esos lapsus que, sin saber porqué, a veces ocurren en alguna parte de nuestro, ese tan desconocido, cerebro.

Empezó la charla cuando una de los allí presentes explicó que un familiar suyo llamó "crocano" al crocanti. Yo, sin hacer mucho esfuerzo (porque en algunos miembros de mi familia es relativamente frecuente que ocurra, entre ellos yo misma), les expliqué algunos de los últimos resbalones propios y ajenos.

Uno de los más recientes le pasó a una de mis hermanas (que espero que no le moleste mucho que lo haga público pero es que no tiene desperdicio). Se encontraban con mi sobrino, cuando éste les dice no sé qué de los "insertos". Mi hermana, que le corrige, le dice "No se llaman insertos sino insectos". Al cabo de un rato, el crío que lo vuelve a decir mal y mi hermana le salta "Que no se llaman insertos, que se dice inseptos, eptos, eptos" y se queda tan ancha. La otra, callada, le pregunta "¿No hablaras en serio?" y la otra "¿Cómo? Claro". Imaginaros lo que llegaron a reírse, cuando la protagonista se dio cuenta (y el sobrino serio porque no entendía nada). Yo no estaba pero cuando me lo explicaron, me mondé.

Otro de estos deslices, pero ya propios, que guardo en la memoria, es el día que le pedí a un camarero "unas natas con fresa", o el día que dije "Mira qué bien lo pasan jugando a la petaca", u otro que dije "Baja la bata del tacer". Ahora, uno que se repite inexplicablemente en mi cabecita, y ya hace años, es el "yo subo en autobús al tercero" o "cojo el ascensor en tal parada".

Pero el mejor resbalón que recuerdo, iría yo al instituto, fue, un día de invierno, cuando mi madre va y me dice si ya había cogido "el porro folar". Sin palabras.

jueves, 17 de abril de 2008

De carne y hueso


Leo en la página de Jordi Évole (más conocido por "El Follonero") una carta que le envía su amigo Andreu Buenafuente en la que le dice que ya se ha convertido en pasto de las fotos pedidas por la gente de a pie y que admira su paciencia pero que la conserve. La verdad es que me he sentido aludida porque, lo tengo que confesar, hace poquísimo lo vi y sí, le pedí una foto. Él, muy amable, aceptó y se lo agradecí.

Nunca antes le había pedido a ningún famoso retratarme con él pues siempre he pensado que a mí, en su lugar, me gustaría poder pasear tranquilamente por donde me apeteciera sin tener que estar parándome cada dos por tres por algún que otro admirador (aunque la fama acarree eso: que te conozcan). Pero esta vez, no sé si es que como estaba trabajando para su "Salvados por la campaña" (es decir, que no iba de paisano), estaba tan cerca y me cae bien, me atreví.

No lo hice con Manolo García que me lo crucé en la plaza Cataluña de Barcelona, un día de Sant Jordi, o con Santiago Segura en la puerta de un hotel, o con el más joven de los Morancos que paseaba su perro en Sevilla, o con Àngel Llacer, que me dejó pasar (porque sino chocábamos), delante de la casa Batlló, o con el Sevilla de los Mojinos comprando en un supermercado (igualito que en la tele), o con Ivonne Reyes que, muy simpática, nos habló a unos cuantos que estábamos comprando un libro, o con Hierro y Prosinecki que tomában algo en una cafetería delante de casa de mis padres, o con el actor Benito Porcino (el Mortadelo de la primera película) que pasó justo por mi lado cuando yo iba a entrar a una farmacia, o con Regina do Santos que tomaba el sol a dos metros de mi toalla, o con Quique Estebaranz que se bañaba en las aguas de una de las playas de Sitges, o con Yolanda Ramos que pasó delante de mí cuando iba a entrar al Forum, o con algún otro que ahora mismo no recuerdo.

Nunca he sido fanática de nadie. Ni de famosos, ni de equipos, ni de grupos de música, ni de actores,... Simplemente porque creo que todos, por encima de su éxito, son personas "de carne y hueso" como la panadera, el barrendero, la maestra, el quiosquero, tú o yo. Aunque sí es verdad que, según a lo que se dedican y cómo lo hagan, me pueden gustar más o menos y sentir más simpatía por unos o por otros. Pues eso, con "El Follo" me pasa, como con muchas otras personas, que me cae bien (y sí, le hice la instantánea que tanto les debe incordiar, ¿o no?, quién sabe).

lunes, 14 de abril de 2008

Y ya han pasado diez años

Parece que fue ayer cuando nos graduamos y nos dieron nuestras orlas en la Seu, cuando fuimos a Sevilla para celebrarlo, cuando cantábamos nuestro particular "O voso galo" por todas partes (y qué tostón dábamos), cuando fuimos con los pelos crespados disfrazadas de vampiras en el tan querido 127 azul celeste, cuando la Miñambres, en sus clases, se dirigía a nosotros "con tanto cariño", cuando nos reíamos por todo sin casi obligaciones ni responsabilidades, cuando teníamos que tomar dos o tres tazas de café porque sino no había manera de aguantar las noches de estudio compartidas, cuando montamos nuestros "Sant Jordis" musicales o nuestras coreografías con nota (qué empeño le poníamos), cuando conocimos nuestros primeros amores (algunos ya más que caducos), cuando tuvimos que ir al cementerio para grabar imágenes en una de las primeras experiencias con las nuevas tecnologías (anda que no corrimos pensando que nos encerraban ahí dentro), cuando nos pegábamos nuestros bailoteos en noches de desenfreno, cuando teníamos que oír "Muy buena pregunta. Lo piensas y mañana te la respondo." (qué divina maestra...), cuando nos teníamos que tapar la cara con las partituras para esconder nuestros ataques de risa, cuando decidimos que hacia la primavera, pasara lo que pasara, tendríamos nuestro esperado encuentro anual, cuando deleitamos (o eso pretendimos) con nuestras voces a, ni más ni menos, nuestras majestades los Reyes (aunque nosotras sólo viésemos de ellos sus coronillas, pero, sin olvidar, que ellos tuvieron el detalle de girarse y sonreirnos), cuando "hacíamos pilas" de buena mañana porque sí, cuando creíamos que ese estado constante de júbilo iba a ser eterno, ... y, con el mismo aprecio de entonces, ya han pasado diez años.

viernes, 11 de abril de 2008

Todo llegará

Ayer por la noche, viendo "No disparen al pianista", tuve una grata sorpresa y es que descubrí a la cantautora Rebeca Jiménez. Me gustó cómo habló en la entrevista que le hicieron (la encontré sencilla y currante) y me gustó mucho su voz (con toques rasgados) acompañada de su teclado.

Como no sabía nada de su existencia, me metí en internet para saber y escuchar algo más de ella pero, como era ya algo tarde, sólo escuché dos o tres canciones y vi el vídeo de cómo se grabó su primer disco "Todo llegará" que se pone a la venta el próximo 20 de mayo. Parece interesante así que, en cuanto tenga un momento, seguiré escuchando más temas a ver qué tal.

Dejo las dos partes del cómo se grabó, que he comentado, para quien le apetezca conocerla.



miércoles, 9 de abril de 2008

Dichosa guerra del agua

Un amigo de un amigo mío propone que, ante la sequía que amenaza a Barcelona, todos los turistas (que no son pocos) hagan el favor de llevar una botella de su propia tierra y viertan "el petróleo del futuro" en cisternas colocadas estratégicamente en el aeropuerto, estaciones y lugares turísticos, como gesto simpático de solidaridad.

La verdad es que la guerra del agua entre políticos está servida y, según leo en los periódicos, el pulso ,entre ellos, sigue en las mismas (es decir: buscar culpables en vez de soluciones).

Yo, realmente, ni entiendo de los beneficios y los contras del hipotético trasvase (para eso están los técnicos) ni me apetece posicionarme pues da la casualidad que tengo el corazón partido entre las dos provincias afectadas. Llevo muchos años viviendo en una ciudad a orillas del río Segre (tantos que me siento más de aquí que de ningún otro sitio) y he vivido, durante siete años, en la ciudad condal (años que me han dado la oportunidad de conocer esta encantadora ciudad "cosmopolita"). Lo que sí es cierto es que el agua de esta última tiene mucho que envidiar a la de la primera, en calidad, me refiero, pues en una puedo beber del grifo directamente y en la otra la bebía embotellada porque la de la canilla era insufrible.

Lo que verdaderamente es preocupante es que a los barceloneses se les cierre el grifo (a los barceloneses y a cualquiera), que con el supuesto trasvase se haga un daño inmenso a los ecosistemas (como defienden los ecologistas), que a los payeses les afecte en sus conreos y que, por encima de todo, los pobres nos peleemos mientras los ricachones (que muchos de ellos lo son por haber gastado mucha agua amasando cemento) se bañen en sus piscinas, jueguen en sus campos de golf y quieran ir a divertirse al "supermegaproyecto de Las Vegas de los Monegros" (que sí, que dará muchos puestos de trabajo, ya lo sé, pero es que el complejo se instalará en pleno "desierto").

No, si a este paso nos tendremos que lavar con toallitas húmedas. ¿Alguien entiende algo de las "altas esferas"?

(Este grafiti está justo en frente de las compuertas del río Segre en Lleida. No creo que su autor lo hiciera en relación al tema pero, cuando lo he visto, con mi confusión aguada, me ha dado por pensar en la dichosa guerra política y mediática)

lunes, 7 de abril de 2008

Me gusta conducir

Este sábado por la tarde mis hermanas y yo nos acercamos a un karting que hay cerca de mi ciudad. Resulta que a mis cuñados y a algunos amigos les ha enganchado este mundillo, desde hace algún tiempo, y en cuanto pueden se echan sus carreras. A mi, la verdad, me dan algo de envidia ya que me gusta mucho conducir pero como la mayoría de los que montan son hombres pues como que me da un poco de corte (a parte de que no es barato). Una vez que fui con ellos a Empuria Brava sí monté y me lo pasé en grande. Vamos, que no me importaría repetir.

Aquí dejo una muestra del sábado (ya que no subo en kart, me dedico a hacer fotos que también me gusta).




(Y para que no me echen la bronca por no salir en la presentación, aquí me pongo con el casco de nuestro Alonso que va a ser la única vez que lo haga y me hace ilusión)


jueves, 3 de abril de 2008

Estreno de artilugio

Pues nada, llegó el estreno. Hace unas cinco horas que me han colocado el cuerpo extraño metalizado en mi boca. Digo cuerpo extraño porque es así como lo siento: un pequeño trozo de alambrada puesto ahí entre mis dientes, mi paladar y mi lengua.

Nada más salir de la consulta, me pregunta la secretaria un "¿qué tal?". Y tú, que no te reconoces tu habla, dices un "pues bien, cggggeo". Ni la erre te suena ni tu vocalización es lo que era, así que te das cuenta de que el inofensivo, aparentemente, aparatito sí hace de las suyas y te da por reír. La chica (mientras me cobra el primer sablazo) me dice que es una semana, que luego te acostumbras y como si nada. "A ver si es verdad, ggggacias".

Salgo a la calle, me voy a la pescadería y pido mejillones y un puñado de pescaditos para freír. La muchacha que no me entiende y yo (que soy doña explicaciones) que le digo que me acaban de poner el artilugio. "Ala, pues paciencia". "Eso, muchas ggggacias".

Me voy a comer a casa de mis padres, donde nos reunimos cada día unos cuantos. Ante la novedad, expectación. Se los enseño, nos reímos y al ataque. Berenjenas y filetes rusos. Toda valiente, hinco el tenedor, me lo llevo a la boca y, no es posible, no puedo masticar. Qué jaleo, se me empieza a liar la berenjena en el alambre de arriba, donde el paladar, y que no hay manera. Qué angustia, o lo trituro o ahí me quedo atragantada. El segundo, mejor aunque, después del primero en puré, prefiero cortarlo en trocitos bien pequeños. Una eternidad. Todos que acaban y yo con el ruso. "Hasta luego, que vaya bien". "Venga, ggggacias". Y por fin, el postre, "una manzanita que es suave". La manzana más larga de mi vida, pero lo que mejor me entra.

Me acerco a recoger a mi sobrino de 5 años para llevarlo al cole. El niño que se parte, a carcajada viva, todo el camino. Le digo "Y tú ¿qué has comido?" y que me suelta "unos macaggggones". Será cabrito.

En fin, a seguir con la adaptación. Y mientras tanto, ajoyagua (sí porque los mejillones y el pescadito para la cena me parece que van a tener que ser en tortilla, por lo menos).

Aquí os dejo a la colega que seguro que me entiende.

miércoles, 2 de abril de 2008

Desde mi ventana, nuevamente


Me encanta la luz. Lo primero que hago todas las mañanas, nada más despertarme, es subir las persianas y dejar que entre claridad (aunque esté nublado, da igual). Me gusta mirar el misterioso cielo: sus infinitos colores, sus cientos de nubes de formas bien diversas.

De las cosas cotidianas que más placer me producen (con diferencia y cuando es posible) es el desayuno en la terraza, estrenando un nuevo día como si no tuviera nada que ver con el anterior. Respirar el primer aire de la mañana, oír los pájaros, escuchar como el mundo se pone, poquito a poco, en marcha.

Y es que, la luz, me alegra y me da vida. Desde el domingo, con el cambio horario y el anochecer más tardío, me siento otra. Me gusta el buen tiempo, el no llevar tanta ropa, el ponerse a la sombra y sentir el fresco, los días largos, ...