domingo, 22 de junio de 2008

Operación lumínica


Foto de DavidGorgojo


Llevo casi mes y medio con la bombilla de mi habitación fundida. Es de una dejadez absoluta, lo sé. Pero es que en todo este tiempo, no he encontrado "el momento" y sí un "mañana lo hago". Y en éstas sigo.

Cada vez que entro, a horas de poca claridad, no me acuerdo y presiono el interruptor, sin ninguna respuesta, obviamente, y lo primero que viene a mi cabeza es un "¡¿otra vez!?" a mí misma. Entonces tengo que dirigirme hacia la mesita de noche, encender la lamparita y volver a maldecir el por qué sólo me acuerdo que tengo que comprar la bombilla en ese instante (eso si antes no me he tropezado con algún que otro obstáculo inoportuno)...

Esta es mi operación unas dos veces al día, como mínimo.

La causante yo sé cuál es. La pereza, no es otra. Teniendo en cuenta que se la considera uno de los Siete Pecados Capitales, ¡buf!, imaginad mi conciencia como está sabiendo que soy una pecadora. Pues con remordimientos de ella misma por continuar haciéndolo aún sabiéndolo. Pero es que me pasa una cosa, la lámpara es relativamente nueva, de hará unos dos años, y recuerdo que la bombillita no es de las estándares, es de esas alargadas, especiales, que no las puedes tocar con los dedos porque sino se funde o ilumina menos y además valen tres veces más. Así que no me queda otra que desmontar la lámpara para poder comprar una igual. Su desmontaje es algo delicado, vamos, que hay que echar un ratito y siempre encuentro algo más importante que hacer.

La guasa viene en que, esta semana pasada, se me fundió la que tengo aquí al lado del ordenador y, en cuestión de unas horas, la del comedor. ¡Vaya con la conexión de las cosas! ¡En unos cuantos años no he tenido que cambiar ni una y ahora se me ponen de acuerdo!

Como no espabile, esto va a ser una ruina, a no ser que haga como dicen que hacían los rusos en épocas de penuria: la gente se las llevaba a su lugar de trabajo, las reemplazaba, se llevaban a casa bombillas que funcionaban y la operación les salía redonda.

O eso, que ya sería pecar mucho, o a dos velas.

7 comentarios:

Breuil dijo...

Curioso Bronne. A mi me ha pasado que se me han estropeado varios electrodomésticos a la vez; y la semana pasada, los dos coches andan en el mecánico. Vamos, que preferiría lo de las bombillas. :P
Un abrazo desde el sur.

bornne dijo...

Vaya, Breuil, yo también prefiero lo de las bombillas, ¡dónde va a parar! Y me temo que reemplazarlos por nuevos, así como las bombillas, te va a ser muy difícil... Je, je,...

No veas con las coincidencias que tenemos, tú y yo, hoy. Las cosas estropeadas, "el pecado original" de tu blog y de mi camiseta y, encima, se nos cruzan los mensajes a la misma hora. Qué cosas...

Un abrazo, éste, norteño.

Landahlauts dijo...

Ahora entiendo el comentario de la camiseta...

No lo dejes, ármate de decisión y hazlo. Las cosas si se dejan sin hacer, huelen. Y más en verano...

Saludos de nuevo desde el sur, desde Andalucía.

bornne dijo...

¿Y a qué huelen las nubes, digo, las bombillas?...

Lo haré, Landahlauts, que aquí el verano ha empezado ya pegando fuerte y desde el sábado que estamos entre los 30º y los 33º...

Bon dia de Sant Joan!!

Landahlauts dijo...

entre 30º y 33º... ¿pegando fuerte?

Ay, alma de Dios!!!
¡¡¡Sabrás tú lo que es que el verano empiece fuerte!!!!
:)

Que passis també tu un bon dia de Sant Joan!

(interNOSTRUM, no te hagas ilusiones)

Uno dijo...

Eso de la pereza y los deberes relegados me es familiar. Se van acumulando pequeñas cosas hasta que al final se llega a una situación insostenible donde debes dedicar todo un día o mas a poner un poco de orden en el entorno.

Ánimo y a por ellas.

Bon Sant Joan, també.

bornne dijo...

Ja, ja,... Landahlauts, ya sabía yo que alguno del sur se iba a echar las manos a la cabeza. ¿Qué querías?, después del mes de mayo que hemos tenido tan pasado por agua y sin apenas sol, pues como que nos ha venido de golpe (ya comprobé el calor al que estáis acostumbrados, ya, en pleno mes de julio de hace dos años, como para olvidarme...).

Gracias y, por cierto,"el que sap no és el que tot ho sap, sinó el que sap on està el que no sap". (Apa, així practiques que et veig amb interès, je, je)

Saludos.


Uno, ¿otro pecador, eh?

Si es que cuando tanto dicen que en la vida lo esencial es apreciar las pequeñas cosas por algo será...

Moltes gràcies i arreveure.