martes, 2 de septiembre de 2008

Un cuento chino

"Hablan de la dignidad del trabajo.
Bah. La dignidad está en el ocio."



Mi trabajo me gusta y me llena. No lo acabo viendo como rutina (aunque realmente lo sea por el simple hecho de entrar y salir a la misma hora obligada cada día) porque mi ocupación habitual es intentar educar a personas (o, más bien dicho, a personitas que aprenden conceptos, procedimientos, valores, ... para poder llegar a ser mejores adultos) lo que significa que, sin buscarlo, cada día es diferente. Trabajo con niños de 3 a 12 años, así que imaginaros cuanta espontaneidad y variedad encuentro a diario.

A mí que no me digan que el tan de moda síndrome postvacacional tiene que ver con no estar a gusto con tu profesión (que puede darse el caso, por supuesto). Pero, para mí, eso es un cuento chino como otros tantos. Nos venden que sin trabajar la vida sería muy aburrida, que no nos sentiríamos útiles o realizados, ... ¡venga ya! No me lo creo.

Trabajamos porque, a la gran mayoría, no nos queda otra. Cierto es que el bolsillo es el que determina y, claro está, que las necesidades básicas hay que cubrirlas (podríamos hablar de esas falsas "necesidades básicas" creadas por el consumismo pero me extendería). El problema, en mi opinión, es que está muy mal montado. De siete días, cinco trabajamos (al menos en mi caso y sé que alguno dirá que lo tiene peor) y así, año tras año, durante mucho tiempo de nuestra vida. Muy, pero que muy, mal repartido.

¿Os imagináis poder abrir los ojos cada día sin despertador?, ¿u ocupar nuestro tiempo con las actividades que nos apetezcan?, ¿o simplemente no hacer nada porque ese día o en ese momento no hay ganas?, ¿o etc, etc, etc, ...?

Vaya. Yo os aseguro que no me aburriría.

Ayer estrené nuevo curso, añorando a mi antigua escuela en la que dejo muchas amistades, muchos compañeros y muchos alumnos y familias. Empiezo una nueva etapa laboral pero mantengo la misma ilusión con la que empecé.

Estoy contenta por ello y voy a seguir trabajando tan a gusto como hasta ahora. Pero, a lo que iba, que si me lo pudiese permitir, hoy no estaría acordándome de mis recién acabadas vacaciones. Éstas serían permanentes.

Muy buenas, de nuevo, a todos los que estáis ahí.

11 comentarios:

Merce dijo...

Sabes, yo creo que tampoco me aburriría, pero claro, también habría que tener en cuenta la situación. Yo sola, libre sin obligaciones, si pudiera ir, venir, entrar, salir...sin que nadie dependiera de mí...genial...pero si de todas maneras tengo unas obligaciones en casa con los hijos y demás...ya no sería lo mismo... No se si me explico...me leo un poco espesa...

Uno dijo...

Tienes mucha razón bornne. Ahora hasta los sindromes parecen ser moda. Será porque salen en el telediario.

Me pasa como a tí. No siento pereza por volver al trabajo, no es que siempre sea gratificante, pero tiene sus buenos momentos y me gusta lo que hago. Yo "educo" ordenadores :-), bueno, hago programas.

Por desgracia somos animales de costumbres, de malas costumbres, y no somos capaces de imaginarnos nuestra vida diferente a como es. Pienso que si un trabajo no te llena es mejor buscar otra cosa. Yo no se si me aburriría sino trabajase, de momento en vacaciones me defiendo bien :-)

Un gusto que vuelva a estar la pluma dentro del baul.

Saludillos

bornne dijo...

Merce, te explicas perfectamente y estoy de acuerdo contigo. No sería lo mismo pero, aun con obligaciones familiares, tendrías tus raticos para tí e irías más relajada, ¿no crees?
¡Gracias y saludos!

Uno, sí, será por esos telediarios que han pasado de ser informativos a... (no sé cómo calificarlos)... ¿indigestos espectáculos de sucesos morbosos? Han perdido mucha credibilidad, lástima, aunque cuando quieren dar bombo también lo consiguen.

Estoy convencida de que no te aburrirías, ni tú, ni yo, ni nadie con actitud positiva. Pues anda que no hay cosas por ver, por aprender, por disfrutar, por saborear,...

El gusto es mío de encontrate por aquí. Gracias.

Landahlauts dijo...

No hay nada más que leer la Biblia para darse cuenta de que el trabajo es un castigo divino. Y no le vamos a llevar la contraria a la palabra de Dios, ¿no?

Pues eso... que hay un mundo maravilloso ahí fuera...

bornne dijo...

Vaya, Landahlauts, con la religión hemos topado (sin ánimo de ofender a nadie).

A ver, si te soy sincera, ni me he leído la Biblia ni tengo intención de hacerlo. Con lo que he ido oyendo tengo suficiente y es que a mí la palabra de Dios no me cuadra mucho... demasiadas contradicciones. Es que si fuese así, ¿qué pasa? ¿los ricos que viven de la renta no son hombres para merecer el castigo divino?.

Más bien creo en el trabajo como manera de sobrevivir (como los animales cuando cazan o las plantas con la fotosíntesis), lo que pasa es que, después de tantos años, el hombre ha hecho de la supervivencia un negocio muy desigual.

En fin, que si la cosa estuviese montada de otra manera, creo que disfrutaríamos más. Mientras tanto, a pasarlo lo mejor que podamos y a descubrir ese mundo maravilloso que bien dices.

Salutacions! ;)

Landahlauts dijo...

jajaja

No pretendía hacer apología del cristianismo. Era coña. Sólo pretendía dar un argumento convincente.

:)

bornne dijo...

Me lo imaginaba :)


Saludos

Breuil dijo...

En mi caso, me gusta mucho mi trabajo. Tanto que mi tiempo de ocio lo dedico a algo relacionado con él.
Incluso a veces pienso que lo haría "de gratis" de lo que me gusta. Pero se me pasa pronto... no es preocupante.
Besos

bornne dijo...

Breuil, a tí te tendrían que dar la "Medalla al Mérito en el Trabajo", ¡como mínimo! y, como máximo, el cielo y más allá...

Hija, qué ímpetu ;)

Besos pa tí también.

Luna Azul dijo...

Hola buenas noches bornne de nuevo por este mundo de los blogs dando guerra. Ya me he puesto al día en lo que me faltaba de leer en el tuyo. Me alegro de que pasaras buenas vacaciones.
Y lo de volver uffffffffff
me encanta mi trabajo, pero cada día me da más pereza la vuelta.
Un abrazo y nos vemos.

bornne dijo...

Muy buenas, Lunita. Me alegro mucho de verte por aquí.
Entonces eres de mi mismo club. Qué pereza, mi madre (bueno, ya se me ha pasado un poco que ya llevo 16días. ¿16? ¿Sólo?...).

Un abrazo bien gordo.